La expedición de los miembros del Club alpino francés en nuestra patria ha tenido como objetivo, según queda dicho, Los Picos de Europa, ya visitados y descritos, en las alturas próximas á sus más empinadas cumbres, por el sabio D.Casiano de Prado y por el inolvidable geólogo germano-astur H.Schultz. Componían la banda de asaltantes el Conde Aymar de Saint Saud, M.Paul Labrouche y el práctico François Salles de Gavarnie, franceses; sirviéndoles de guías varios cazadores montañeses de aquella comarca cántabro-asturiana, procedentes de la Liébana y de Los Llanos de Valdeón. Consideránse allí como inaccesibles ó nunca visitadas las puntas de las rocas denominadas Torre de Ceredo y Peña Santa, situada aquélla en el centro de la cadena de picos, y ésta en la parte occidental. Para llegar al Ceredo, tomaron la ruta que conduce á la cumbre de Llambrión, y desde allí atravesando las grandes neveras que hay en las hondonadas superiores y en los barrancos y pasos Este y Norte del macizo central, unidos por la cuerda de salvamento escalaron la cima de éste en la tarde del día 1º del corriente. Después un descanso de dos días, el 4 consiguieron trepar á la cúspide de la Peña Santa, utilizando el sistema de cuerdas, y con los pies descalzos. Casi todos los flancos de esta roca colosal caen verticalmente, y por lo mismo asusta la idea de subir á su cumbre. Además, mil tradiciones y cuentos del pais recuerdan que perecieron cuantos intentaron profanar aquella altura. Para los que no conocen la práctica de las ascensiones, y no se han ejercitado en ellas, es absolutamente imposible el escalar estas montañas: pero los alpinistas extranjeros, muy acostumbrados á estas empresas semejantes, diestros y serenos, encuentran vencidas la mayor parte de las dificultades que aun á los más valientes cazadores y pastores de las montañas les obligan á no intentar semejantes aventuras. Suponen los diarios franceses que el mapa estratigráfico geológico de los Picos de Europa, que con motivo de esta excursión han trazado los señores Conde Aymar y Labrouche, será el primero que exista y que se dé á conocer, y es que no saben, sin duda, que no sólo D.Casiano de Prado, sino sus discipulos y sucesores en estos trabajos, los ingenieros de minas de la comisión del Mapa, que hombre tan sabio como el Sr. Fernández de Castro preside, han estudiado esa cordillera en todos sus detalles, la han descrito magistralmente, y hace ya largo tiempo que tienen trazado el mapa de la región, de los macizos calcáreos de “Los Picos” y de sus famosas minas. En trabajos geológicos no tenemos nada que envidiar a Francia.
Publicado en la revista Ilustración española americana en 1892.
En los Picos de Europa...en 1892...
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