¿Qué va a ocurrir si los resultados son positivos y se lleva a cabo la explotación en toda regla?
Parece lógico que la reestructuración territorial del Parque consistiría en la reducción de sus límites en la medida que las necesidades de los grupos económicos fueran ampliando sus fronteras.
Esta era la respuesta que Jaime Vigón, delegado de ICONA por el año 1972, daba cuando se le preguntaba por las prospecciones mineras que se estaban realizando en el Parque nacional de Covagonga. Por fortuna las perforaciones no dieron los resultados esperados, a pesar que las zonas acotadas para dichos trabajos englobaban a la Vega de Comeya, Vega de Enol, Ercina, Bobias, Belvín y Vega de Ceñal, es decir, un 30% de la superficie total del Parque
Un fracaso con tintes de triunfo y que permitió la conservación de una parte de este espacio, que estuvo muy cerca de ser sacrificada en pos de la economía.
Pocos años más tarde, en 1979, se daba el espaldarazo a la conservación del Parque con la prohibición total de las labores mineras.
En la Vega de Comeya...en 1972...
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