miércoles, 30 de enero de 2008
La cacería del Rey
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miércoles, 23 de enero de 2008
Aymar D'Arlot, conde de Saint-Saud
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martes, 22 de enero de 2008
Alfonso Martínez
En 1935, concretamente el 22 de septiembre, Alfonso abrió un nuevo itinerario por la cara norte del Picu; cierto es que de forma involuntaria, pero no por ello el mérito decrece, se podría decir que todo lo contario.
14 años después, el 11 de diciembre, el diario “Voluntad” publicaba un artículo en el que el propio Alfonso narraba aquella ascensión que le había exigido lo mejor de si mismo, pero bueno…que lo cuente Alfonso…
…completamente despistado por la niebla, no fui capaz de encontrar un detalle conocido. Llevaba dos horas subiendo y atravesando llambrias, que a veces se hacían muy difíciles de salvar. Después de escalar verticalmente unos ochenta metros más, vi una pared cortada, echada hacia fuera, que era imposible de intentar. A la derecha, después de pasar un saliente de unos diez metros, unas llambrias inclinadas con unos agarraderos de moscas que, a primera vista, me parecieron imposibles de escalar. Después de hacer mil cabriolas, tocando en todos los sitios la roca para ver de encontrar algo donde hincar los dedos, conseguí al fin dominar este paso de unos treinta metros de ascensión dificilísima, llegando a empotrarme en una grieta que desconocía por completo
Conducía aquel día a dos turistas* que no miraron para mí por no impresionarse; pero si un pie o una mano me hubieran fallado, la muerte de los tres era segura, dado que yo llevaba la punta de la cuerda a la cintura y al otro extremo estaban atados mis compañeros de excursión. Por fin, realizando un esfuerzo sobrehumano, logramos llegar a la grieta considerada “Inaccesible” por el llorado Marqués de Villaviciosa, don Pedro Pidal, y por cuantos alpinistas la examinaron a distancia sin poder acercarse jamás a ella.
Empiezo a trepar por la grieta llevando una punta de la cuerda y poniendo mi pie en cada punta de la hendidura en postura semejante a la de los monos, y así subí unos cien metros teniendo que hablar alto para que mis compañeros de excursión me oyesen con claridad; estos tenían que mirar echando la cabeza hacia atrás por subir a plomo de ellos. De pronto se abrió toda la grieta y mis pies no alcanzaban a los dos extremos; mis piernas y mis brazos se cansaban en aquella postura incomoda y decidí, como medida suprema, agarrarme con las dos manos a la derecha de la grieta, quedando todo el cuerpo en el vacío, trepando por el borde de la grieta, que parecía como una columna, logrando salvar los últimos metros para salvar también la terminación de la grieta.
Seguimos hacia arriba y subiendo ya con pasmosa tranquilidad fuimos a dar al pico más alto, encima de la fuente. A nuestros pies se hallaba vencido el gigantesco Naranjo de Bulnes y estábamos ya fuera de peligro…
* Curiosamente este mismo día, pero de 1987, fallecía en accidente de circulación otro de los grandes personajes de los Picos de Europa, José Antonio Odriozola.
*Los dos excursionistas no eran otros que su hermano Julio Martínez y Carlos Martínez Páramo.
En el Naranjo de Bulnes…en 1935…
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domingo, 20 de enero de 2008
Somedanas
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jueves, 17 de enero de 2008
Teleférico
Las cabinas originales, con una capacidad para ocho personas venía a tardar unos tres minutos y medio en hacer el recorrido.
Ligada a la construcción de este teleférico estuvo el arreglo de la carretera desde Potes a Espinama y la construcción de otra desde Espinama hasta Fuente De, aunque el mayor impacto que tuvo el teleférico para la comarca en un primer momento fue la electrificación necesaria para el teleférico, de la que se beneficiarían 28 pueblos de la zona.
Este fue el proyecto que vió la luz pero hubo otros que por suerte se quedaron en eso, en proyecto, como el del Cable-Aliva ó el Cable-Pico La Padiorna e incluso los de la parte leonesa Cordiñanes-Collado Jermoso y Collado Jermoso-Pico La Padiorna…
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miércoles, 16 de enero de 2008
Pastores...
El pastorcillo de ocho años José Díaz Zaragoza, se encontraba en la mañana de ayer apacentando cabras en un monte de las inmediaciones de aquel pueblo.
El citado muchacho, al pasar por un camino que bordea dicho monte tuvo la desgracia de resbalar, yendo a caer en un profundo y pedregoso barranco quedando muerto en el acto. El cadáver del desgraciado pastor fue trasladado al Hospital.
Publicado en el diario “La Prensa” 1923.
…entonces estábamos en el tardiego que decimos por aquí, allá por el mes de octubre, y quedábanse a dormir en la sierra del Cuera los chavalucos, y el mío el primero, el que está en Alevia, Fidel. De cada casa que tuvieran allá arriba ganado tenía que marchar uno y se ajuntaban para la noche todos, que a lo mejor el mayor ni siquiera pasaba de los diez u once años…
Extraído de “En la ribera del Cares” por Juan Rugarcía y Antonio Zavala
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martes, 15 de enero de 2008
Invierno
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sábado, 12 de enero de 2008
Tresviso
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miércoles, 9 de enero de 2008
Notas de una noche en Peña Santa
Va cayendo la tarde; el día fue esplendoroso. La roca caliza aun conserva en su seno las ardientes caricias del sol.
Estamos en las angosturas de la estrecha Forcadona, después de penosascensión desde tierras de Sajambre.
A nuestros costados, Torre Santa de Caín y Torre Santa de Enol, nos asombran con la audacia de sus inaccesibles riscos. Allá abajo, hacia Castilla, un incomparable mar de nubes se extiende a nuestros pies; sólo picos aislados emergen, a modo de islotes, de su superficie. Espigüete, destaca la blancura de su airosa silueta.
Seguimos subiendo. Ya estamos en la cumbre del macizo. A nuestra vista se ofrece el panorama inmenso de la montaña, limitado por la azulada faja que poco a poco va esfumándose: el mar cántabro.
La Naturaleza se apresta a descansar. Pronto a la luz solar sucede la incierta claridad del crepúsculo. Una manada de rebecos pasa veloz hacia su guarida. Nuestros espíritus, henchidos de fuertes emociones, sienten también la necesidad de reposo. Una ucuevona en el paredón abrupto del grandioso anfiteatro de Jou Santo nos acoge hospitalaria. Las tinieblas nos invaden, nos parece estar sumidos en un antro infernal sin posible salida.
Mas la luna va levantándose poco a poco y al conjuro de su luz mate van adquiriendo los riscos siluetas fantásticas. Torre Santa de Enol, yérguese plateada, desafiando las tinieblas. Los través de nieve jamás hollada, las cembas esparcen claridad enfermiza y reflejos debilitados. El silencio es majestuoso. Se oye el latido de nuestros corazones; no hablamos; nos recogemos en nosotros mismos. Toda nuestra vida desfila ante nuestra conciencia.
Es la nieva tan blanca que mantenemos charla con nuestras máculas. Quisiéramos haber sido siempre puros.
La noche es eterna; nos vemos empequeñecidos alo sentirnos más cerca de Dios.
No podemos más; nuestra imaginación evoca entre aquellos riscos una salvaje cabalgata de Walkyrias, cuyos gritos repercutiesen en todo el circo al compás del galopar desenfrenado de sus corceles.
Más no: el soberbio escenario, a pesar de sus salvaje desnudez, no se presta a la dureza de la mitología escandinava de los Edda: la noche tiene una poesía que al penetrar en nuestros espíritus, los infunde una dulzura incomparable. Pensamos en un violín, cuya alma loca al saltar de risco en risco, desgranase las dulces notas de una sonata de Beethoven.
Hemos pasado varias horas abstraídos y mudos. De pronto, todos a una, y como obedeciendo un tácito acuerdo, cantamos, rompiendo el silencio augusto de aquella inolvidable noche, con los tristes sones de tonadas astures que hablan de amores, y que las rocas insensibles, incapaces de sentir, van repitiendo hasta que se extinguen allí lejos…
Un frío sutil, empieza a invadirnos. El alba a romper el encanto de la noche.
Ya la lucha, entre la luz y las tinieblas, está empeñada, y a poco una aureola rosada que tiñe la cumbre de la Torre de Caín, nos dice que el sol ha enviado su primera caricia a su desposada, la montaña.
J.Delgado Úbeda.
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martes, 8 de enero de 2008
La Iglesia de Abamia
Publicado en el Semanario Pintoresco en 1849…
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lunes, 7 de enero de 2008
Piñole
Un día como el de ayer, pero de 1878, nacía Nicanor Piñole. Uno, que ha aprendido a valorar a este pintor con el tiempo, no puede dejar de recordarle, aunque sea por una efemérides. Este pintor- montañero, que fue alumno de Carlos Haes, que tuvo reconocimientos internacionales en numerosas ocasiones , que incluso Picasso tuvo la suerte de encontrarse entre sus amigos, era un enamorado de la montaña y así lo reflejó en numerosísimas ocasiones. Compañero habitual de Lueje, y miembro como no, del grupo de montaña Torrecerredo, no perdía ocasión en sus excursiones, para atrapar rincones y momentos de estos Picos de Europa, como el de la foto, de título Pambuches.
En Posada de Valdeón...años 40...
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domingo, 6 de enero de 2008
Montes de Europa
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sábado, 5 de enero de 2008
Glaciar del Llambrión
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viernes, 4 de enero de 2008
A la altura de la Reina
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jueves, 3 de enero de 2008
El buitre tiene hambre
En Cabrales... en 2008...
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