La fabricación de quesos en los Picos de Europa viene de lejos, de hecho esta ha sido y sigue siendo una de las principales actividades económicas de esta región.
Y dada la importancia de esta actividad , ya surgía allá por los primeros años del S.XX la inquietud por los métodos de producción , por parte de los organismos responsables.
Así en 1911, la Asociación general de ganaderos del reino , trasladó la preocupación del Consejo Provincial de Agricultura de Santander a D. Ventura Alvarado Albo, que recibió el encargo de realizar un estudio sobre el tema. Comienza este encargo,en el verano de 1911, cuando recorre los Picos de Europa, estudiando los diferentes tipos de quesos de la zona y los métodos de fabricación que tienen los pastores. Esto le permitirá obtener la información necesaria para intentar sacar unas conclusiones que redunden en aportar mejorar en dichos métodos.
Las primeras pinceladas nos la hace llegar Alvarado en “Impresiones de un viaje rápido por la provincia de Santander estudiando sus industrias lácteas” , publicado en 1911.
Salimos de Potes en la tarde del 27 de julio, en coche hasta Camaleño (5 kilómetros); montamos allí en los caballos que habíamos buscado en Potes, y guiados por Froilán llegamos tres horas, á las diez y media, á Espinama, por un manífico camino cuyas orillas estaban llenas de rica fresa silvestre.
Después de cenar espléndidamente en la fonda de D.Vicente Celis; fonda que los viajeros quisieran encontrar en algunas capitales de provincia, y de dormir en buena cama, salimos el 28 á las cinco de la mañana en dirección á Aliva, llevando por guía, además del gordo y mal humorado Froilán, al Sr.Bulnes, que se nos había incorporado poco antes de llegar á Espinama la tarde anterior.
Por un excelente camino de carro, y en poco más de una hora llegamos al Puerto de Aliva sin detenernos casi á recrearnos en la contemplación de los Campos de la Reina, Campo mayor y Campo menor; y sin dejar de admirar á Peña Vieja, la Canal del Vidrio, San Juan de la Cuadra y por nuestra derecha á Peña Cortés.
El tiempo apremiaba. Comenzaban á salir las ovejas de sus rediles, ya ordeñadas, y había que obtener fotografías, sacar muestras de leche recien ordeñada, hablar con los pastores y ver hacer el queso.
Dejamos los caballos en el casetón que la Sociedad "La Providencia" tiene en Aliva, al lado de la mina de blenda que explota, y mientras algunos de nuestros acompañantes seguían faldeando á Peña Vieja para ir al casetón de La Llorosa y desde allí al de Liordes á ver el tajo de 800 metros, desde cuya cima ¡buen balcón! se descubre el grandioso espectáculo del nacimiento del Deva , nosotros nos repartimos el estudio de las majadas de Aliva, visitando cada uno algunas cuevas.
Como la coagulación de la leche es muy lenta hubo tiempo para todo y no pudimos salir de allí, deseando ver terminadas todas las operaciones de la fabricación, hasta la una y media, no sin haber comido cómodamente en el casetón de Aliva, gracias á la amabilidad del administrador de la mina D.Segundo Valladares. Como en el casetón se da de comer á los mineros hay allí pan, vino y varias provisiones, así como cocina. Aunque llevabamos todo los necesario, no dejó de probar alguno de nosotros el vio del casetón y hasta pudimos comprar allí algunas cajetillas para regalarlas á los pastores. ¡ Qué cómodo resulta el encontrar á 1.500 metros de altura todas esas comodidades! Gracias á las minas hay por aquella parte caminos que resultan suaves carreteras, de los que hemos recorrido el trayecto de Carreña á Sotres, de Sotres á Bulnes y de Bulnes a Carreña.
Salimos á la una y media en dirección á Sotres para ir á Andara, y pensando que ya no sería posible llegar aquella noche á La Hermida, como habíamos pensado...
Y dada la importancia de esta actividad , ya surgía allá por los primeros años del S.XX la inquietud por los métodos de producción , por parte de los organismos responsables.
Así en 1911, la Asociación general de ganaderos del reino , trasladó la preocupación del Consejo Provincial de Agricultura de Santander a D. Ventura Alvarado Albo, que recibió el encargo de realizar un estudio sobre el tema. Comienza este encargo,en el verano de 1911, cuando recorre los Picos de Europa, estudiando los diferentes tipos de quesos de la zona y los métodos de fabricación que tienen los pastores. Esto le permitirá obtener la información necesaria para intentar sacar unas conclusiones que redunden en aportar mejorar en dichos métodos.
Las primeras pinceladas nos la hace llegar Alvarado en “Impresiones de un viaje rápido por la provincia de Santander estudiando sus industrias lácteas” , publicado en 1911.
Salimos de Potes en la tarde del 27 de julio, en coche hasta Camaleño (5 kilómetros); montamos allí en los caballos que habíamos buscado en Potes, y guiados por Froilán llegamos tres horas, á las diez y media, á Espinama, por un manífico camino cuyas orillas estaban llenas de rica fresa silvestre.
Después de cenar espléndidamente en la fonda de D.Vicente Celis; fonda que los viajeros quisieran encontrar en algunas capitales de provincia, y de dormir en buena cama, salimos el 28 á las cinco de la mañana en dirección á Aliva, llevando por guía, además del gordo y mal humorado Froilán, al Sr.Bulnes, que se nos había incorporado poco antes de llegar á Espinama la tarde anterior.
Por un excelente camino de carro, y en poco más de una hora llegamos al Puerto de Aliva sin detenernos casi á recrearnos en la contemplación de los Campos de la Reina, Campo mayor y Campo menor; y sin dejar de admirar á Peña Vieja, la Canal del Vidrio, San Juan de la Cuadra y por nuestra derecha á Peña Cortés.
El tiempo apremiaba. Comenzaban á salir las ovejas de sus rediles, ya ordeñadas, y había que obtener fotografías, sacar muestras de leche recien ordeñada, hablar con los pastores y ver hacer el queso.
Dejamos los caballos en el casetón que la Sociedad "La Providencia" tiene en Aliva, al lado de la mina de blenda que explota, y mientras algunos de nuestros acompañantes seguían faldeando á Peña Vieja para ir al casetón de La Llorosa y desde allí al de Liordes á ver el tajo de 800 metros, desde cuya cima ¡buen balcón! se descubre el grandioso espectáculo del nacimiento del Deva , nosotros nos repartimos el estudio de las majadas de Aliva, visitando cada uno algunas cuevas.
Como la coagulación de la leche es muy lenta hubo tiempo para todo y no pudimos salir de allí, deseando ver terminadas todas las operaciones de la fabricación, hasta la una y media, no sin haber comido cómodamente en el casetón de Aliva, gracias á la amabilidad del administrador de la mina D.Segundo Valladares. Como en el casetón se da de comer á los mineros hay allí pan, vino y varias provisiones, así como cocina. Aunque llevabamos todo los necesario, no dejó de probar alguno de nosotros el vio del casetón y hasta pudimos comprar allí algunas cajetillas para regalarlas á los pastores. ¡ Qué cómodo resulta el encontrar á 1.500 metros de altura todas esas comodidades! Gracias á las minas hay por aquella parte caminos que resultan suaves carreteras, de los que hemos recorrido el trayecto de Carreña á Sotres, de Sotres á Bulnes y de Bulnes a Carreña.
Salimos á la una y media en dirección á Sotres para ir á Andara, y pensando que ya no sería posible llegar aquella noche á La Hermida, como habíamos pensado...
En los Picos de Europa…en 1911…
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